Casa del Muffin

Este es un pequeño espacio personal, mi asilo mental; lo compartiré con ustedes, disfruten con un muffin en mano y una rica taza de té (:

jueves, 23 de enero de 2014

Cotidiano

Hoy mientras caminaba de regreso a casa, escuché una hermosa melodía, era el soundtrack de mi caminar, de mi pensar, de mi instante en el espacio tiempo mientras se escribe la historia; la historia del mundo. Caminé más lento, me detuve, tuve que hacerlo. Miré al otro lado de la calle. De mi lado hay un largo muro. No veo más que la cotidianidad. Sigo. Sigue. Me detengo. Sigue. Volteo otra vez. Ahí hay una ventana abierta, con una luz encendida, el cuarto es verde, y no hay nadie, pero de ahí viene el sonido de un violín. Miro detenidamente, atenta a que algo aparezca, me escondo detrás del árbol aunque el mundo aún puede verme. Se asoma por ahí, con su instrumento toca, no distingo quién a quién. Nunca voltea. Pero es agradable a la vista, es un hombre, de cabello largo. Veo reflejado en él los amores de mi vida, y los no amores también. Es la pieza sin rostro que siempre repito, el anhelo que nunca se cumple. Él arriba recrea música, yo espío desde abajo, detrás de un árbol. Desaparece del marco de la ventana. Escucho una vez más antes de continuar mi marcha, de regreso a casa, donde el mundo no tocará para mí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario