Casa del Muffin

Este es un pequeño espacio personal, mi asilo mental; lo compartiré con ustedes, disfruten con un muffin en mano y una rica taza de té (:

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Manic Depression ♪


Es esta para mí la mejor canción de la historia, realmente es como si desatara y encendiera algo dentro de mí con la majestad de sus notas cada vez que la escucho, y cada vez que la escucho nace una sensación nueva. Ciertamenete cualquier palabra de mortales se encuentra muy por debajo de la descripción solemne y adecuada que amerita. 





Los violines por sí solos hablan, gritan; por eso no es necesario que tenga absolutamente ninguna palabra. 


En un café de la ciudad

  Es una noche de marzo, como cualquier otra, nada en particular, un paseo breve por los lagos de la ciudad, aún no decidimos que hacer, yo quiero un helado, pero se que no les importará, un café, claro padre, si deseas un café entonces lo tendrás. Una cuadra a la derecha, justo en la esquina, una puerta abierta, un lugar estrecho y enigmático, un ambiente especial en la ciudad, quizás esta noche, no sea tan mal después de todo.

Sí, lucen en una hermosa noche "Los Lagos" de la ciudad.

<<¿Pueden pasar menores de edad?>>
<<Claro, hay otras noches en las que no está permitido, pero hoy, habrá ambiente familiar>>

Un lugar no muy agradable a la vista, pero extrañamente, emana una sensación de ser confortable; después del desfile al baño, nos instalamos en la estancia principal, frente algo que aparenta ser un escenario, el lugar es demasiado pequeño, cobran la entrada, pensé que sólo tomaríamos un café.

<<Tenemos café, brownies, agua si gustan>>
<< Quiero un café>> <<Y yo un brownie (al fin probaría uno, bendita noche)>>


    Todo está oscuro, una roja luz tenue se abre paso en el escenario, un hombre alto, muy alto, con sombrero, rastas y micrófono en mano se dirige a la audiencia, después de todo, esto será un show.

    Una nada breve introducción a la vida Lovecraft; no lo conocía antes de esa noche, un tipo algo retraído y quizás antisocial, con mucha imaginación, bueno no suena tan mal. Una chica se aparece y toma asiento en el escenario frente a nosotros, lee un cuento, y luego otro, y debería practicar más su lectura, y luego otro, una segunda chica toma asiento a su lado, luego de esto otro cuento, hubo uno que me llamó la atención que ahora ni siquiera recuerdo. 

   Terminan, la luz se hace más tenue aún, anuncian que harán una representación teatral o algo similar, mi mirada se desvía a otro lado, demasiada monotonía visual hasta el momento; de pronto, una figura desciende de las escaleras con un porte singular, un chico delgado, de tez pálida, un sombrero con un aura misteriosa, sus cabellos castaños caen sobre sus hombros y viste cual príncipe, a mis ojos era una clara representación de un moderno príncipe, vestido andrajosamente formal, como pocas personas que en mi vida llegaré a ver nuevamente vestidas en la ciudad. Definitivamente, hay en él algo que cautiva, algo que atrae.


   De manera muy cálida e íntima saluda a la primera chica, la abraza y brinda envidiable beso en la mejilla, no está disponible, al menos eso me da un 80% de probabilidades de que sea heterosexual.

   Anuncian otro acto, el cual, nunca y aún, de seguir meditando, sé que no comprenderé; un hombre se venda los ojos, una mesa delante de él, toma un cuchillo y de manera nada sutil corta los trapos que están a su alcance, vacía un frasco de pintura de tamaño pequeño en un vaso de agua, la agita para disolver y la bebe. Corta la venda de sus ojos. Se come la flor que reposaba en el florero, la otra la rompe y tira, y una tercera obtiene su salvación. Se levanta y se va del lugar. <<Definitivamente no lo entiendo, no puedo concebir esto como arte>>.

Otro acto se anuncia. Mi padre se levanta al baño; tengo que añadir que le faltaba azúcar al café.

<<A este hombre no le gusta que le aplaudan, por favor, al finalizar su acto no lo hagan.>>

   De nuevo esa luz tenue. Un joven con una máscara, guantes y ropa casi normal se sube al escenario. Primer imagen a la vista: se masturba. Es extraño lo que uno encuentra al entrar en un café. Sonidos raros provienen del chico y entonces, me enfoco a comer mi brownie, debo añadir que le faltó azúcar. Llega mi padre y se sienta de nuevo en su lugar. Saca el joven una revista de no sé dónde y su máscara impide que se le pueda entender palabra alguna. Se quita los guantes y debajo de éstos hay uñas pintadas de rojo y dedos sutilmente dentro de guantes de red. Se quita la máscara e inesperadamente debajo hay otra máscara, una más amigable, una de mujer. Nuevamente habla, pero es aún su sonido indescifrable. Se quita la máscara y los guantes. Un chico normal. Un conmovedor discurso de amor, acerca del gran error que es el amor.

<<El amor es el más grande error, pero de elegir un error, sería amarte a ti >> Esta intrigante frase es continuada por un movimiento que le ha quitado totalmente el poco encanto que por cinco o diez segundo tuvo su acto.

<<¡Bravo, Bravo!>> exclama mi papá.
<<¿Qué no entendió que no se podía aplaudir!?>> un momento incómodo, quizás de mencionarlo no hubiera escuchado los gritos de los demás espectadores. Error de mis hermanos y mío.

<< Ahora, una banda tocará para ustedes>>
<<Espero que sea interesante>>
<<En el saxofón A..., en el teclado Sa.., en la guitarra Abra.., y en el violín..>>
<<Oh! habrá un violinista! un violín en una banda! eso no es algo que a menudo se vea en una banda, al menos, no las de "garaje">> y como amo el violín, espero que lo haga bien.

<<... Diego!>>


   Es de nuevo esa silueta misteriosa la que ahora se sube al escenario y pasa frente mis ojos, ese chico enigmático, ese chico que sé que tiene algo especial, ese "principito" es un violinista, mejor cosa no podía esperar. Preparan sus instrumentos, afinan lo necesario, comienzan a tocar. Fue realmente agradable, una buena banda por cierto; pero no podía dejar de ver a ese chico Diego que tanta atención mía había captado. Después de eso, "Hey Jude" es interpretada solemnemente al ritmo del violín. Realmente me dejó asombrada, no sólo su físico, su movimiento corporal, su forma de vestir, su manera de tocar el instrumento, su aura, !oh todo él!. Realmente, algo en mí estaba despertando.

   Es el fin de la noche. Antes de irnos la afortunada chica menciona que es el cumpleaños de una persona que habitúa el lugar, Diego se pone algo tímido, y claro que le cantamos las mañanitas, que suerte que ese mismo día fuera su cumpleaños, sentí como si hubiera, de alguna manera, hecho algo especial o significativo por él.

   Nos marchamos del lugar, mi padre menciona conocer y ser viejo amigo del padre de aquél chico desaliñado que tocaba el violín. Dentro de mí sabía que algo, un vínculo remoto y lejano, me unía a él. Y claro, todos estamos unidos en esta vida, pero con él realmente lo sentía. Al llegar a mi casa mi hermana me dice que ese chico que tocaba el violín había sido ex de una de sus amigas, que antes era más guapo aún, y que es joven, tiene 16 o 17 años. No está muy grande para mí, sólo me lleva unos dos años. Podría funcionar.

   Es el final del día, desde ese momento descubrí, algo que no creía que podría ocurrirme, enamorarme a primera vista. Pensé en él toda la noche, y atesoré ese recuerdo, que me quedó para ese año y hasta la actualidad, sigo pensando en él, fue como si hubiese conocido a mi pareja perfecta, fue tan extraño, las circunstancias en que se dio, el momento. Es mi amor soñado, el chico perfecto. Y lo sigo buscando; quiero encontrarlo en algún café de la ciudad.