Y tenía que decirlo porque mi corazón ya estaba agotado.
Después de tantos años de dependencia emocional, superar el
recuerdo, esclarecer las cosas, pronunciar su nombre, verlo a los ojos sin
llorar… tenía que decirlo.
Ya no lo amo.
Pero me até a su recuerdo, no podía vivir, tenía que hacer a
un lado su latente recuerdo, tenía que desocupar el lugar que nunca le
correspondió, debo de cederlo a alguien que lo valore, debo dejar todo listo
para que partas de mi mente y no duelas más.
Espero que aceptes, suplico que aceptes la verdad, espero
que digas no saberla, que finjas no saberlo, porque de ser lo contrario el propósito
de mi sufrimiento habría sido vano.
Es la primera vez desde que terminó esta tormentosa historia
de amor que quiero decirte a conciencia cómo comenzó. Es la primera vez que te busco desde que finjí ingenuamente eliminarte de mi vida. Quiero que sea mi último intento de tu olvido.
Y quien sabe, si quiera me darás esa oportunidad? De desvanecer tu sombra? O acaso
habrá rencor entre nosotros, cariño, que ninguno puede superar?
Tu silencio, al igual que cuando sostenías mi mano con intriga, me asusta