Es la noticia que nunca pensé anunciar. Debo decirla. No es nada malo. No hiere a nadie. No debería.
Pero lo diré.
Las mentiras nos atormentan en vano, los engaños son inútiles cuando sabemos la realidad y las palabras no pueden cambiarlo. No mentiré, tengo miedo, y mucho. Estoy asustada y me siento cobarde. Me embriago de angustia, de la reacción, de los sentimientos, de las consecuencias. Fui cómplice. No más. Consideré tus sentimientos, te engañé pensando en protegerlos, o a mí, de tu juicio y mi culpa. No más.
Lo siento.
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